sábado, 31 de diciembre de 2011

Sabios consejos de "Lucky y el Gris"

Esta es la respuesta de mis tíos a mi felicitación por su 40 aniversario. Es tan bonita que se merecía un lugar especial y, leer sus consejos para empezar con ellos el nuevo año, me parece el más adecuado. 

"Cuando leímos la entrada que nos facilitabas, nos quedamos suspendidos en el aire, nos emocionaron tus palabras, son de una ternura y un cariño que te agradecemos, nos proporcionaron una gran satisfacción. No obstante yo no me considero ejemplo de nada y quereros no requiere ningún esfuerzo.

Sobre un sustrato amoroso adecuado y con el que todos empezamos una relación querida, tu tía me ha enseñado a lo largo de nuestra convivencia, tres ideas que nos han servido como una fórmula infalible de felicidad.
La primera desprenderse de cualquier forma de egoísmo en nuestra relación de pareja.
La segunda ponerse siempre en el lugar del otro ante cualquier cuestión.
La tercera depositar la felicidad de uno en la felicidad del otro.
El resultado es mágico.
Como deducirás es vital que el sentimiento sea recíproco para que esto funcione.

Os queremos Grumpy y Dr. House:

Lucky Grijander Yolandina y el Gris

PS: Gracias Maestro por tu comentario, inmerecido." 

domingo, 25 de diciembre de 2011

¡FELIZ NAVIDAD!

Ayer por la noche tuvimos la cena de Nochebuena en casa de mis padres. Como siempre, la cocina materna fue excelente y, aunque abundante, ningún plato era pesado con lo que se pudo probar un poco de cada cosa y dejarle hueco al postre.

El copioso menú consistió en aperitivos de gambas, langostinos con piña, jamón y lomo ibérico. De primero una crema de marisco, muy suave, con tropezones de rape y gambón. Estaba aún más rica de lo que uno se imagina. El plato fuerte fue solomillo asado, poco hecho como nos gusta a todos, acompañado de patatas con nata gratinadas al horno. La carne era tan tierna que se deshacía en la boca, deliciosa.

El Dr. House y yo nos encargábamos de los postres y de los vinos. Llevamos un Mirto, que me pareció genial, y un Viña Real Reserva que también estaba muy bien, aunque no tanto como el Mirto. Además mi madre había decantado un Marques de Riscal, aunque ese es un vino que, aunque no está mal, aún no le he descubierto el encanto.

Para los postres preparé una tarta Tatin de manzana y compré de acompañamiento nada menos que 2 litros (sobró uno) de yogur helado en Llaollao (es un sitio nuevo que han abierto hace poco en La Vaguada y que es, con diferencia, el que tiene el mejor yogur helado de Madrid, mucho mejor que el de Danone, también en la Vaguada) y del "Ö! my God" de la Plza Santa Bárbara. El de Llaollao es igual al de Pinocchio de Linares que tanto me gusta. Espero que, como afirman, sea semidesnatado y bajo en azúcar porque su descubrimiento puede ser muy peligroso. Además mi madre tenía una tarta de Santiago casera hecha por mi tía, que había comido allí al mediodía y, por supuesto, no podían faltar las tradicionales bandejas de dulces navideños.

Las sobrinas habían preparado exhaustivamente su función de aguinaldo. Claro que hermanísima no debió de comprender en su momento el verdadero propósito del numerito, que no era otro que el de mantenernos entretenidos y lejos de su vista durante las horas y horas de ensayo. Aunque las niñas se prepararon el atrezzo, fue su madre la encargada de elaborarles el variado vestuario. Se pasó la mañana pegada a la maquina de coser y aún le cundió porque hizo un vestido a cada una de sus hijas para la cena, y otro para ella, también les cosió a cada una otro de lentejuelas para la representación y, como le debía de sobrar tiempo, decoró camisetas para alguno de los gags. Los frecuentes cambios de vestuario supusieron algún que otro traspiés en el ritmo del espectáculo, con improvisación incluida, al no estar preparada alguna de las actrices principales cuando debían.

La gala se podría clasificar como un variado cómico-musical. Antes de la cena, a modo de entremés, la Pitonisa Ciclón, con un pañuelo de monedas en la cabeza, se ofreció a leernos las líneas de la mano. No esta muy ducha en estos temas por lo que la adivinación la realizó con una chuleta de Internet que consultaba continuamente. A la vista de sus capacidades no dispuso de muchos voluntarios a los que leer. Durante la cena hicieron varios amagos de pretender amenizarnos la comida pero resistimos el embite. Una vez servidos los postres, el acto era indemorable. El Dr. House se sirvió una copa de vino, a falta de algo más fuerte a mano, y todos nos colocamos alrededor de la sala para contemplar el espectáculo. Empezaron con un villancico subidas a unos paraguas con cabeza de caballo, en el que Ciclón cantaba primero, por desgracia tiene el mismo oído musical que su tía, y Sobrinísima hacía el "da capo", más bajito pero con la entonación correcta. Después Ciclón Chistenovich contó un par de chistes viejunos en 3 idiomas que teníamos que averiguar. El ganador se llevaba una foto de la protagonista, motivo por el que su padre ha decidido desconectar la impresora del ordenador,  con autógrafo incluido. Finalmente hubo que sortearla y fue para mi abuela. Le siguió otro chiste, que además era una pista, antes de volver a deleitar nuestros oídos con un villancico en "italiani" para desearnos Buon Natale. Amenazaron con uno en francés, pero como era el intermedio, se trataba de una grabación (no propia) que apenas se oía de fondo y de la que ni siquiera hicieron play-back sino que se retiraron para un cambio de vestuario. Con nuevo modelo, interpretaron otra canción en inglés sobre Blitzen y el resto de los renos de Papá Noel. Mi padre, acostumbrado al inglés de Texas, le costó entender lo de "reindeer" (aunque puede que se deba a que, por allí, lo que abundan son los caballos). Reírnos nos reímos aunque yo voto que, en las próximas funciones, sea sobrinísima la que se encargue de la parte cantada y ciclón se decante por perfeccionar los chistes y aprenderse bien el papel de pitonisa. Eso sí, ambas actrices estuvieron muy pendientes del comportamiento del público al que mandaron callar con frecuencia. Pasaron la gorra, literalmente, con bastante éxito para sus expectativas. Creo que el resultado nos garantiza una función anual hasta los 30 (como mínimo).

Al terminar la exhibición, se oyeron unos ruidos en la terraza. Allá que fueron las crías a mirar y ¡se la encontraron llena de bolsas! Como no había chimenea a Papá Noel le había resultado muy fácil lanzar los paquetes desde su trineo hasta el balcón. Abrimos los regalos, que no habían sufrido ningún desperfecto y, después, terminamos de recoger los platos antes de hacer lo propio los comensales.

¡FELIZ NAVIDAD!

sábado, 24 de diciembre de 2011

La "Fundación" de Nochebuena

Durante las vacaciones de Navidad, la granja se llenaba de críos. Los días eran cortos y, aunque la temperatura de Linares solía ser suave durante el día, las noches eran frescas. Recuerdo con horror los dormitorios del piso superior convertidos en neveras. Para calentarlos disponíamos de una insuficiente estufa eléctrica que para más inri era compartida entre dos habitaciones de casi 20 metros cuadrados cada una. Para las camas, los adultos disponían del lujo de las bolsas de agua caliente.  Por desgracia, semejante invención nos estaba vedada a los niños con la excusa de que no nos fuésemos a escaldar con ellas (la verdadera razón era que no había suficientes para todos). Ni que decir que había que ponerse más ropa para acostarse que para una expedición a la Antártida y, aún así, la nariz se congelaba al sacarla para respirar, lo que hacíamos a intervalos similares a los de los cetáceos. Por eso, cuando se hacía de noche, los primos buscábamos refugio en el salón donde ardía la chimenea. Aquel plan no era el ideal para los adultos que se las ingeniaron para que nos entretuviésemos lejos de su vista, y sus oídos, y soportásemos estoicamente el frío de las naves y del pasillo.

De entrada nos mandaron a jugar a la "era" y el juego elegido solía consistir en el escondite. Ni que decir tiene que esconderse en la granja de noche no revestía ni media complicación. La luz del exterior se limitaba a la lámpara del porche. El resto de la iluminación provenía principalmente de la luna, si había, y de las estrellas, cuando se veían. Además también se filtraba algún rayo entre las ranuras de los postigos de la casa y llegaba el destello de los faros de los coches que pasaban por la carretera más próxima, que estaba a unos buenos 200 metros. En esas condiciones de visibilidad nos poníamos a jugar. El papel del que "se la llevaba" solía recaer en uno de los pequeños, ya que a ninguno de los mayores nos atraía en absoluto esa tarea. Cuando empezaba a contar, todos los primos aprendíamos a contar hasta cien a edades muy tempranas, el resto desaparecíamos entre las tinieblas. Al terminar la cuenta, el pobre pringado, si era un poco espabilado, se dedicaba a esperar bajo la luz del porche a que el resto nos aburriésemos, o nos congelásemos, para tratar de pillarle desprevenido y "salvarnos". Una vez que el más iluso de los escondidos hacía la tentativa, y por supuesto fracasaba en el intento, los demás, ateridos, íbamos detrás, porque total ya sabíamos que no nos tocaba "ligarla" en el siguiente turno. El problema radicaba en que era aburrido esperar y, con frecuencia, procurábamos escondernos y refugiarnos del frío al mismo tiempo. Para ello nos guarecíamos en algún rincón en el interior de la casa. Esta ubicación presentaba la ventaja añadida de salida directa al porche, con sólo un descansillo por medio, lo que se traducía en una mejor posición para salvarse. Lógicamente, esa no era la idea de los mayores al mandarnos fuera a jugar.

Se estrujaron las neuronas para dar con un nuevo plan más acorde con sus objetivos. Así optaron por el de exigirnos "hacer méritos" para ganarnos el aguinaldo. Dichos méritos consistían en montar "en secreto" una larga y variada función sorpresa que se estrenaba tras la cena de Nochebuena. No hacíamos un pase único de la misma sino que las representaciones se repetían al igual que los programas navideños de la tele (que si uno se descuida puede verlos incluso en Agosto). Los bises servían para reclamar el aguinaldo a los que, por algún otro compromiso, se habían perdido el primer pase. Dicha función con ánimo de lucro fue bautizada como la "Fundación".

La tradición sigue en pie y, hermanísima, sabiamente, ha pasado el testigo a las sobrinas que se encargarán este año de amenizarnos la velada. A petición de las actrices principales, habrá una crónica del evento en el blog. Se ha mantenido el secreto así que no puedo adelantar nada. Supongo que admitirán solicitudes para repetirla en Linares aunque, lógicamente, el público deberá aflojarse el bolsillo para que accedan.

viernes, 23 de diciembre de 2011

¡Feliz Cumpleaños Salut!

Mi prima Salut es de la generación de hermanita, así que también supone una "evolución en la especie", en este caso en lo referente a la cualidad de "angelical". Posiblemente sea el bebé más bonito y dulce que yo haya visto nunca y, no solo eso, sino que además, en su caso, su "ángel" no se refiere a su aura sino a lo buenísima que es. Al igual que su padre, es de estas personas que poseen bondad natural y no les sale nunca el "hacer maldades". Ese concepto no entra ni siquiera en su cabeza, al igual que la mía está reñida con la paciencia y la moderación. Incluso su parto fue tan sencillo que le permitió a mi tía estar en casa en Nochebuena trinchando el pavo que había preparado ella misma.

Pese a su dulzura no es ni empalagosa ni sosa. Todo lo contrario. Es discreta, alegre, se apunta a un bombardeo y es tan divertida que, junto con más primos y algunas amigas, montaron un grupo de payasos con los que amenizar los cumpleaños. Fue entonces cuando los sufridos naranjos de la granja empezaron a cumplir su función de árboles frutales en lugar del de refugios enramados a los que nos encaramábamos sin piedad. El caso es que las naranjas, algo amargas y catalogadas por mi abuelo de no comestibles, se convirtieron en la herramienta perfecta para entrenarse en malabarismos. Aunque se supone que eran pequeñas y ácidas, cuando a las tres de la tarde mi señora madre aún no había vuelto de los gitanos y el hambre azuzaba, sí que nos las tomábamos para apaciguar el gusanillo, y nos sabían a gloria.Entre tejados, árboles y, una vez llegado el verano y los tejados de uralita dejaban de ser térmicamente recomendables, la piscina, en la que permanecíamos horas en remojo hasta arrugarnos como pasas, por donde menos se nos veía era a ras de suelo. Incluso cuando se rompieron los columpios, empleamos su armazón para trepar y hacer equilibrios (en realidad ese uso fue anterior a su ruptura, menos mal que mi abuelo escogió un modelo bien resistente que aguantó nuestras escaladas sin resentirse).

Si a los payasos malabaristas les añadimos las acrobacias, las funciones familiares y los animales de mi hermano, está claro que la granja de mi infancia distaba muy poco de convertirse en un circo. Eso es precisamente en lo que parecen consistir las oposiciones de magisterio con las que mi pobre prima se ha dejado estos últimos años las cejas a base de estudiar y preparar temas. Al igual que en la lotería el azar juega un papel primordial a la hora del examen. No sólo influye en los temas que le caen a cada víctima en suerte sino que el tribunal lleva a gala el sortear las notas a su antojo. Sus flagrantes injusticias en esta última ocasión consiguieron chamuscar los límites de la infinita paciencia, no sólo  de mi prima, sino también la de mis tíos. No obstante, gracias al equilibrio que la caracteriza y a su alegre dulzura, enseguida recuperó su radiante y serena sonrisa.

¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES SALUT!

lunes, 19 de diciembre de 2011

¡Feliz cumpleaños Titón!

La naturaleza utiliza un truco para asegurar la perpetuación de la especie. Consiste en que el primer retoño suele ser un niño tranquilo y bueno para así engañar a los incautos y primerizos padres y provocarles el deseo de ir a por otro churumbel de similares características. ¡Ja! Lo que se suelen encontrar habitualmente es con la otra cara de la moneda: un pequeño movido y travieso que revoluciona sus vidas y las de su, hasta entonces, tranquilo hermano.

En el caso de mi primo Titón, la que la naturaleza había preparado era tan gorda que, previamente, mi tía tuvo no sólo uno, sino dos bebés dulces, tranquilos y adorables. ¿Qué mejor idea que ir a por el trío? No sabían la que se les avecinaba con el nuevo "angelito". De los adjetivos anteriores el único que se podía aplicar con justicia era el de adorable, al que se añadieron, con mucho peligro, los de listo, gracioso y cariñoso. En realidad, esas deseables cualidades referidas a mi genial primo constituían un arma de doble filo porque, tras presenciar alguna de las brillantes ocurrencias del niño, uno tenía muchas más papeletas de reírse, y mucho, de la trastada y de abrazar, antes que regañar, al pilluelo.

En vista de la dificultad que suponía la labor educadora del chiquillo, tarea en la que colaboró en gran medida la tita Chan-Lee, según la bautizó el crío, sus padres buscaron la manera de canalizar su rebosante energía. La terapia utilizada fue la del deporte: karate, fútbol, baloncesto, natación y atletismo, además de los juegos, tejados y caballos de la granja. Mis tíos pensaron que un cuarto hijo, Posti, ayudaría a mantener entretenido al tercero. Efectivamente así fue: el cuarto se hizo inseparable del tercero y le secundaba en todos y cada uno de sus innovadores planes. Tampoco creo que sus padres contaran con los daños colaterales de esa asociación sobre el resto de la familia y allegados. Así, los dos niños se limitaban a jugar al béisbol exclusivamente durante las visitas de los Manolos, en las que ambos, despertaban a mi cuñadísimo por las mañanas a golpe de bate, con lo que el pobre no sabía si lo que tenía era resaca o algún tipo de contusión.

Tanto deporte le labró una carrera como profesor de gimnasia. Su primer trabajo fue en Canena donde, independientemente de sus orígenes, consiguió que todo el pueblo le adorase. Fue agasajado hasta la saciedad para que se sintiese como en casa. Tuvo que abandonar el puesto al año siguiente, con algunos problemas digestivos.

¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES TITÓN! (y dale muchos besos a Posti)
(Pincha en la imagen para aumentarla)

domingo, 18 de diciembre de 2011

Especial dominical: 40 aniversario

Hoy es el 40 aniversario de los titos favoritos de toda la familia. Esa posición se la han ganado a pulso por la infinita paciencia, su buena conversación, su generosa disposición, su cariño y la sensatez de todos sus consejos.

Mi tía ha sido la encargada de enseñar a leer y a comportarse a casi todos los primos linarenses. Para ello contó con la ayuda de un singular lenguaje de signos, de un gracioso gato, Micho, que coloreaba las letras de los libros y con cientos de divertidas canciones. Tanto dentro como fuera del colegio era la sal y la animación en persona. Mi tío ha sido un ejemplo no sólo para los niños sino también para los mayores y, entre las aspiraciones de muchos, se cuenta todavía el deseo de ser "un poquito más" como él.

Llevan 40 años de matrimonio pero su romance empezó mucho antes. Mi tío y mi madre eran compañeros de colegio y, dada la afinidad de caracteres entre ambos, los mejores amigos. Sin embargo, el romance en la relación con la familia entró de la mano de la chispeante tita Lucky que aportó la alegría a la seriedad del dúo.

Durante su matrimonio han hecho gala de todas sus cualidades. Situaciones que para otros podrían haber supuesto razones más que suficientes para hundirse en amargura, para ellos sólo eran una manera más de demostrar la pasta de la que estaban hechos y han afrontado con infinito amor y ternura todas las difíciles tareas en las que se han visto involucrados.

Desde su jubilación gozan de una libertad que no habían conocido y, como siempre, disfrutan de ello como si fuesen críos. Cualquier excusa es buena para ampliar horizontes y conocer todos esos lugares de los que tanto habían oído hablar. El aniversario es un motivo más de celebración pero para ellos todos los días de su vida han sido especiales.

Yo soy de esas que sueñan con ser "un poquito" como ellos y espero que compartan otros 40 años de felicidad y buenos consejos.

¡MUCHÍSIMOS BESOS DE GRUMPY Y EL DR. HOUSE!

sábado, 17 de diciembre de 2011

¡Feliz Cumpleaños Pompidulp!

Dentro de unos meses iremos de boda. A pesar de la avalancha de preguntas que recibían en todos los saraos familiares, los felices novios siempre se han mostrado reticentes a la hora de fijar la fecha de sus esponsales. Este hecho, en ocasiones, provocaba la "desesperación" del Dr. House, ya que se trata de la única boda de la historia por la que ha manifestado su expreso deseo de asistir.

Al igual que hermanísima y cuñadísimo, la pareja comenzó su relación cuando apenas eran unos chiquillos, mientras ambos estaban en el instituto, donde se conocieron. Desde entonces han transcurrido unos 10 años por lo que es normal que el Dr. House se impaciente ante la demora de la esperada ceremonia. Hace unos meses, el futuro matrimonio claudicó y nos confirmó finalmente los datos del dichoso evento.

Aunque suele ser mi tío, y futuro suegro de la cumpleañera de hoy, el que, llegado el momento, suele ser afectado por algún inoportuno problema que precisa de mi intervención profesional, no las tengo todas conmigo de que la que me requiera en esta ocasión no sea la mismísima novia. En mi última visita a Linares no pude verla porque la pobrecilla estaba ni más ni menos que con paperas y, para colmo, tuvo al afortunado novio en cuarentena de visitas. Desde el anuncio de la fecha del enlace, la emoción de los preparativos la ha afectado de tal manera, que no levanta cabeza.

Hace poco ha escogido el vestido de novia. A nadie le cabe ninguna duda de que irá guapísima, porque es en todo punto imposible que sea de otro modo. También sé que irá sonriendo, porque no la conozco con otro gesto. Es dulce, alegre, atenta y cariñosa. Mis primos consanguíneos son estupendos y da gusto cuando escogen tan bien a sus cónyuges. Si se cumplen las leyes de Mendel, su descendencia será tan encantadora como agotadora y perpetuará, e incluso mejorará, los rasgos familiares para la siguiente generación.

¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES!



jueves, 15 de diciembre de 2011

¡Feliz cumpleaños Patos!

Paula Romani
Posti y Patos son los pequeños de la familia aunque eso no significa que, por ello, nadie les vaya a pasar por alto. En este último sentido Patos se ha encargado de aprovechar muy bien su alimentación (de pequeña era muy generosa y, a pesar de las demostradas habilidades culinarias de su madre, no comía apenas con lo que, el resto de muertos de hambre, que mirábamos su plato con ojos golositos, tocábamos a más). Todo lo ha empleado en estirarse hacia arriba de manera que, a las primas más bajitas, nos saca una buena cabeza.

No sólo destaca por altura. A la hora de tomar la iniciativa, incluso dentro de nuestra imaginativa familia, no tiene parangón. Tiene ocurrencias para todo y, en su caso, el concepto que no vino de serie en su cerebro, fue el del aburrimiento. No es que se apunte a un bombardeo, sino que se encarga de idearlo y organizarlo.

Tiene un sentido práctico heredado directamente de su padre, para el que las cosas "o son o no son", sin más complicaciones. Una conversación con ella es la mejor terapia anticomeduras de cabeza que existe, cualidad de la que pudo beneficiarse mi angelical prima recientemente. Si eso no funciona, en momentos de bajón, se ofrecerá a sacar al desdichado de juerga y ejercerá encantada el papel de psicoterapeuta-anfitriona: alcohol para la anestesia, música atronadora para dejar de oír los propios pensamientos, baile para elevar el ánimo y  ligoteo insustancial con el que recuperar la autoestima. ¡Esa opción es infalible!

¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES PATOS!

jueves, 1 de diciembre de 2011

ROSQUILLOS DE LA ABUELA

Aunque esta receta también tiene su origen en Canena, los rosquillos no los tomábamos allí sino en la granja. Nos los hacía mi abuela materna y estaban deliciosos. Afortunadamente es una receta que rinde mucho y salían un millón de tiernos rosquillos, los justos y necesarios para alimentar a toda la troupe de primos y tíos. Si no se estaba al tanto, con el buen saque de estos últimos, una podía no llegar ni a las migas. Era buena idea interrumpir la lectura, principal causa de distracción en mi caso, para pulular por la cocina y vigilar los progresos en su elaboración. Si se abusaba de esta táctica se corría el riesgo de, o bien terminar castigada sin probarlos, o bien que la enganchasen a una para realizar faenas domésticas. ¡Menos mal que también se  podía espiar desde el patio y, en caso de ser detectada, se disponía de una buena vía de escape! Pese a la cantidad, nunca podían estropearse ni endurecerse ya que desaparecían ese mismo día. No los he probado tan buenos como estos en ninguna otra parte. Son un poco engorrosos pero merecen la pena.

ROSQUILLOS DE CANENA (de la abuela y la tita Carmen)

INGREDIENTES
Por cada huevo:
Zumo de media naranja
Ralladura de limón
1 cucharadita de canela molida
1 sobre de gaseosa
4 cucharadas hondas  de aceite desahumado con cáscara de limón (enfriado)
1 pizca de sal
2 cucharadas de leche
3 cucharadas de azúcar con colmo.

Harina (la que admita sin que la masa se ponga dura)

ELABORACIÓN
Batir todos los ingredientes y añadir la harina progresivamente hasta que tome un poco de consistencia pero siga blanda la masa.
Engrasarse las manos con lo que haya sobrado del aceite desahumado.
Hacer unos roscos finos (luego crecen y si son muy gruesos no se esponjan bien ni se cuecen del todo por el centro)
Escurrir en papel absorbente
En caliente: pasarlos por azúcar.




2º RECETA DE ROSQUILLAS

Esta otra receta es similar y también sale bastante buena. Es de una compañera de trabajo de mi madre, de cuando yo aún era colegiala, así que también forma parte de la cultura "vintage".  Algo menos esponjosos que los de mi abuela, para el que le gusten las rosquillas un poco más crujientes. Es cuestión de probarlas para elegir entre ambas.


INGREDIENTES
1 huevo
Aprox 3/4 kg harina
Zumo de un limón y ralladura de medio
1 cucharadita de canela molida
1 cucharadita de bicarbonato
8 cucharadas hondas  de aceite desahumado con cáscara de limón (enfriado)
1 pizca de sal
1 taza de leche
8 cucharadas de azúcar con colmo.

ELABORACIÓN
Batir el huevo en una fuente honda. Añadir las 8 cucharadas de aceite y luego el azúcar y la leche. Se echa el limón y la ralladura, la canela, el bicarbonato y la sal.
Se va añadiendo la harina progresivamente según se remueve la mezcla, que se vaya incorporando bien hasta que no se pueda mover con la cuchara. Se amasa entonces con las manos hasta que tome consistencia, aunque no demasiada. La masa no debe quedarse dura. Es mejor tener que ponerse un poco de aceite desahumado en las manos para evitar que se pegue a los dedos y evitar que se queden secos y harinosos.
Hacer unos rosquillos finos (luego se hinchan al freírlos)
Freír en abundante aceite de oliva bien caliente. Sacar a papel absorbente.
Antes de que se enfríen, pasarlos por un plato con azúcar.